Con las historias de éxito de apostantes profesionales viviendo la buena vida que se encuentran por doquier en Internet, ¿en qué medida resulta fácil obtener beneficios continuos en los mercados deportivos? Joseph Buchdahl, que ha evaluado a más de 100 tipsters en su carrera como analista de apuestas, tiene la respuesta. ¿Puede que los ganadores estén sobrestimados? Sigue leyendo para averiguarlo.
Una búsqueda rápida en Google de “apostantes deportivos” arroja resultados sobre apostantes deportivos famosos que viven a lo grande, las diez personas más influyentes en Twitter para los apostantes deportivos, así como numerosas guías, métodos y técnicas para convertirte en ganador. Prácticamente no se habla de fracasos, con la excepción de un par de artículos que explican por qué la mayoría de los apostantes pierde, e incluso uno de ellos afirma que la principal causa se debe a una mala gestión del dinero y no a la realización de malas selecciones.
En realidad, la mayoría de los apostantes tiene una expectativa negativa debido al margen de beneficios de las casas de apuestas y a una destreza insuficiente a la hora de realizar predicciones para salvar ese obstáculo; la mala gestión del dinero se limita a aumentar las pérdidas. Podemos perdonar que la gente se crea, en primer lugar, que vivir de las apuestas es fácil, y en segundo, que las casas de apuestas deben estar todas a punto de quebrar.
Sencillamente ese no es el caso, así que nos estamos perdiendo algo. En resumen, las historias sobre perdedores rara vez se cuentan. Este artículo repasa la idea del sesgo de supervivencia, presentada previamente por Mirio Mella, y por qué merece la pena no dejarse engañar por ese sesgo.
Los ganadores escriben la historia
Parece que los ganadores siempre escriben la historia. Los perdedores caen en el olvido, porque preferimos no verlos (nos cuentan una historia menos interesante o una que provoca disonancia cognitiva), porque han desaparecido de la vista o simplemente porque no nos molestamos en contar con ellos. Es fácil sentirse impresionado por el éxito si es lo único que tenemos a la vista.
Como narra Nassim Taleb en ¿Existe la suerte?, acerca de la fantasía de unos monos intentando recrear la poesía de Homero en una máquina de escribir:
“Si participaran cinco monos en el juego, me sentiría bastante impresionado por el que escribiera La Ilíada, hasta el punto de sospechar que era una reencarnación del antiguo poeta. Si el número de monos fuera de mil millones elevado a mil millones, me sentiría menos impresionado…”
De acuerdo con un estudio de la Harvard Medical School sobre casi ocho millones de apuestas y más de 60 millones de euros apostados, solo el 13 % de los apostantes obtuvo beneficios.
El sesgo de supervivencia es el error lógico de centrarse en las personas o cosas que han “sobrevivido” a algún proceso mientras inadvertidamente se ignora a aquellos que no lo superaron debido a que no están visibles. El sesgo de supervivencia puede llevar a sobrestimar las probabilidades de tener éxito porque los fracasos se ignoran.
Su denominación se acuñó por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Abraham Wald, un matemático librepensador, resolvió el problema de dónde poner blindaje adicional en los bombarderos aliados que estaban sufriendo grandes pérdidas.
Inicialmente, los ingenieros supusieron, a través de un examen de los orificios de bala de los aviones que regresaban, que las áreas que mostraban mayor concentración de orificios (concretamente las alas y el fuselaje) necesitaban un refuerzo extra. Por supuesto, no funcionó.
De hecho, los orificios revelaron las zonas más fuertes de los aviones, ya que se trataba de los que regresaban. Nadie pensó en los aviones que se habían perdido. En contra de la intuición generalizada, tras recibir el consejo de Wald, los ingenieros pusieron blindaje adicional en las zonas donde no había orificios y se obtuvieron resultados inmediatos.
La ilusión de la causa y efecto
Cuando se trata de medir la probabilidad de éxito en entornos de alta incertidumbre como las apuestas deportivas, no es bueno limitarse al estudio de la muestra que ha tenido éxito. Si lo hacemos, corremos el riesgo de invertir la causalidad. En lugar de suponer que el éxito está causado por la habilidad, el sesgo de supervivencia asegura que percibimos que los ganadores son habilidosos porque han tenido éxito.
Como Michael Mauboussin explica en su libro La ecuación del éxito, el problema reside en que la inferencia se extrae de los resultados, no de los procesos de predicción. Cuando la suerte tiene un papel importante en los acontecimientos, hay muy poca conexión entre el proceso de predicción y el resultado.
Si todo lo que te preocupa son los resultados, estarás expuesto a sacar conclusiones erróneas. Al contrario, no analices solo a los ganadores para ver lo que les ha llevado al éxito; analiza el proceso de predicción para ver si les llevó consistentemente al éxito.
Qué aprendí al evaluar a los tipsters
Como verificador de tipsters deportivos, me he familiarizado mucho con la influencia del sesgo de supervivencia. Entre 2001 y 2011, acepté 120 servicios de asesoramiento de apuestas que tenían un historial preexistente. Al agregar todos esos rendimientos anteriores a mi verificación, 24.725 pronósticos ofrecieron un beneficio sobre el volumen de apuestas del 17,4 %.
En cambio, los 90.451 pronósticos que verifiqué posteriormente solo obtuvieron un 1,1 %. No había motivos para dudar de la credibilidad de las historias anteriores. Entonces, ¿por qué tantos tipsters regresan hacia la media? Sencillamente estaba tratando con los supervivientes cuyas ganancias anteriores habían surgido en gran medida por la buena fortuna. Los tipsters menos afortunados ya habían desaparecido, y no tiene mucho sentido pedir que te verifiquen si ya no haces pronósticos.
¿Cuáles son las probabilidades reales de tener éxito?
Si solo analizamos a los “ganadores”, nunca nos haremos una idea fiable de lo difícil que es tener éxito en las apuestas deportivas. En un intento de encontrar alguna respuesta a esta pregunta, un equipo de la Harvard Medical School analizó el historial de apuestas de más de 40.000 clientes registrados y activos en una de las principales casas de apuestas deportivas online en 2005.
Realizando casi ocho millones de apuestas con un importe apostado de más de 60 millones de euros, solo el 13 % de los apostantes obtuvo beneficios, con unas pérdidas totales cercanas a -10 % para el grupo en general, muy en línea con el margen típico de la casa de apuestas.
Solo 245 apostantes obtuvieron beneficios superiores a los 1.000 euros. Por supuesto, para la mayoría de los usuarios, las apuestas deportivas consisten en poco más que adivinar un resultado. Si realizamos cálculos desde los primeros principios, un apostante sin destreza que realice unas 200 apuestas a doble o nada en una casa de apuestas con un margen del 10 %, normalmente solo tiene un 10 % de probabilidades de obtener beneficios. Sin embargo, después de 1.000 apuestas con un precio similar, esta probabilidad baja a tan solo una entre 1.000. Cuantas más apuestas realice un apostante sin destreza, menos probabilidades tendrá de ganar.
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Tus probabilidades de ganar pueden mejorar si apuestas en una casa de apuestas que tenga márgenes más bajos. A este respecto, Pinnacle ofrece constantemente los mejores del sector, con márgenes típicos de tan solo el 2 % e incluso menores, en ocasiones.
En este caso, un apostante sin destreza seguiría teniendo alrededor de una probabilidad entre 4 de obtener beneficios después de realizar 1.000 apuestas a doble o nada. Además, Pinnacle quiere formar a sus usuarios con una serie de artículos sobre apuestas, que incluyen estrategia de apuestas, metodología de predicción y psicología del apostante, para aumentar aún más sus probabilidades de tener éxito.
Y al contrario que en otras casas de apuestas, en Pinnacle damos la bienvenida a los apostantes expertos, en lugar de imponerles restricciones. Sin embargo, no te dejes engañar por el sesgo de supervivencia al creer que ganar en las apuestas es fácil y que todo el mundo lo hace. Para tener éxito como apostante hay que trabajar duro y cuanto más tiempo desees sacar ventaja, más tendrás que trabajar para asegurarte de conseguirlo.
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